24 Mar Escalada: Conoce los diferentes tipos de pies de gato
Hay diferentes tipos de pies de gato. Según su forma, rigidez, tipo de suela, cierre -diferencias que nacen del tipo de roca, grado, tipo de escalada, etc- servirán para un tipo u otro de escalada (iniciación, deportiva de dificultad, búlder, etc.).
Vamos a clasificarlos de 3 maneras, interrelacionadas entre sí:
-Según su tipología (forma, rigidez y suela). Nos indicará para qué tipo de escalada y escalador sirve cada uno.
-Según su cierre (cualquier gato de las clasificaciones del apartado anterior puede tener un cierre de uno u otro tipo, con sus ventajas e inconvenientes)
-Según el material de construcción (Idem. También cualquier pie de gato de las clasificaciones indicadas en tipología puede ser de piel o material sintético, con sus ventajas e inconvenientes.)
1. SEGÚN SU FORMA
1.1. Pies de gato simétricos
Su forma es recta, similar a la del calzado convencional. Esto da mucha mayor comodidad, así que están destinados a la escalada clásica de vías multi-largo, o a rutas de baja graduación. No es en absoluto una mala idea que aquellos y aquellas que comienzan en esto de la escalada se compren este tipo de gatos. Al contrario: es recomendable. Para el grado que podrán escalar, es suficiente, y les permitirá iniciarse en este apasionante deporte con comodidad. Además, en los últimos tiempos han salido modelos que, dentro de una horma clásica, incorporan más tecnicidad, en curvatura de suela, etc. Son una elección muy buena para el escalador medio. De hecho, casi todos los gatos clásicos modernos tienen algo de asimetría. Su forma penaliza el apoyo en micro-presas, regletas muy pequeñas, agujeros, etc…pero en la mayoría de vías de clásica, o de deportiva de iniciación y nivel medio, no será necesaria tanta precisión. Su ajuste es más relajado; el tipo de escalada también, lo que además nos permitirá evitar un ajuste fuerte a la hora de elegir la talla.
1.2. Pies de gato asimétricos
La suela y horma tienen, prácticamente, la forma exagerada del pie, con una puntera que “envía” el peso a la zona del dedo gordo. De esta manera, al concentrar el apoyo en un solo punto, se consigue que funcionen especialmente bien en presas mínimas, agujeros e irregularidades de la roca, etc. Como es fácil de imaginar, son bastante más incómodos que los de forma simétrica, pero fundamentales para afrontar retos de grado superior. Ya hemos dicho que incomodidad no quiere decir dolor ni molestia, especialmente después de haberlos hecho a nuestro pie con el uso. Puede decirse que la mayoría de pies de gato que se emplean en escalada deportiva, en mayor o menor medida, tienen bastante acentuada la forma asimétrica del pie. Su ajuste es mucho mayor. No sólo por la horma en sí; para que funcionen realmente bien durante la escalada, deberemos comprar la talla adecuada -y esto significa bien ajustados- para exprimir sus prestaciones.
2. SEGÚN SU RIGIDEZ
2.1. Pies de gato duros (o rígidos)
Tienen una cierta rigidez, mayor o menor según los modelos, pero mantienen una buena flexibilidad. La rigidez la suele dar un mayor grosor de suela, a partir de 4mm, con el aporte de la mediasuela. También influye el tipo de goma: las gomas más blandas adhieren mejor, mientras que las que son más duras dan mayor apoyo en cantos, regletas, etc. Como decimos, las suelas más rígidas dan mayor apoyo y favorecen el canteo y el apoyo en regletas a costa de pérdida de sensibilidad y algo de adherencia. Son versátiles, y funcionan especialmente bien para escalada en placa y vertical. La rigidez nos ayuda a sostenernos y realizaremos los canteos con más facilidad.
2.2. Pies de gato blandos
La suela está por debajo de 4mm. En algunos modelos nuevos para búlder y grado extremo es inferior a los 3mm. Permiten una mayor sensibilidad. Nacieron para el búlder, pero también se usan para deportiva de grado alto, extraplomos. En este tipo de escalada, sobre todo en extraplomos, el peso del cuerpo no recae de forma tan acusada sobre los pies, que tienen que tener más capacidad de diferentes movimientos, y que en muchas ocasiones se emplean casi como segundas manos. Son como unos guantes que permiten gran sensibilidad y movimientos naturales.
3. SEGÚN LA CURVATURA DE LA SUELA
3.1. Suelas planas
Hasta hace unos años, la mayoría de las suelas eran planas. Tienen una ligera curvatura, como cualquier calzado, que en la mayoría de las ocasiones era a favor de pie (es decir, hacia arriba). Son los más empleados, independientemente de que sean duros, blandos, simétricos, asimétricos, etc. En los últimos tiempos este tipo de gatos tiene tendencia que su suela curve hacia abajo, pero nunca de forma exagerada. Esto permite aprovechar mejor las pequeñas presas, agujeros, etc.
3.2 Suelas con curvatura hacia abajo
Nacieron para el búlder y el grado muy alto. Son más incómodos, pero en vías de bloque, muy rápidas, esto no importaba. En un principio la mayoría eran de suela blanda; ahora hay de todo tipo. Forman un gancho hacia abajo que puede ser bastante importante. Esto permite a los escaladores que los emplean apurar al máximo las posibilidades de tracción sobre mínimos agujeros, etc, al llevar toda la fuerza y peso del cuerpo a los dedos del pie en vertical, de forma similar a una bailarina de ballet. Pero sobre todo, son fundamentales en extraplomos, por su forma de gancho.
4. SEGÚN SU SISTEMA DE CIERRE
4.1. Pies de gato con cierre de velcro
Ajustan algo peor, aunque no mucho. En realidad, la diferencia de ajuste la notan sobre todo aquellos que tienen pies, digamos, “raros”. Los cordones les dan más posibilidad de personalización de ajuste por zonas. Tienen una ventaja, sobre todo cuando hablamos de gatos muy ajustados de alto nivel: los velcros permiten con un simple gesto de la mano a quienes emplean estos pies de gato “liberar” de forma rápida sus pies en reuniones, en los tiempos entre pegues a pie de vía, etc. En gatos muy técnicos y ajustados, es un alivio. Un escalador avanzado que esté probando una vía de deportiva, o sobre todo un escalador de bloque, puede tener que realizar este gesto muchas veces al día, por lo que sería muy poco práctico llevar cordones. Sobre todo cuando tiene que liberar el pie en reuniones en pared, que pueden ser en sitios complicados. Y además: en un calzado tan ajustado como los pies de gato, la hinchazón natural de los pies durante la actividad y a lo largo del día puede hacer que, en una vía de varios largos, tengamos que modificar el ajuste de los pies de gato durante la escalada; en este caso, los velcros nos ayudarán. Los emplean todo tipo de escaladores. Si ajustan bien a tu tipo de pie, son mucho más cómodos de poner y quitar en cualquier momento. En realidad, para el nivel general, la diferencia de ajuste en unos pies normales es tan pequeña que puede pesar menos en la balanza que la practicidad de los velcros.
4.2. Pies de gato con cierre de cordones
Ajustan mejor, sobre todo, como decimos, para aquellas personas que tengan los pies algo raros. Son los preferidos por quienes no fuerzan al máximo la talla, y no se ven obligados a soltárselos tan a menudo. Si hay que estar soltándolos y poniéndolos constantemente…bueno, pueden ser poco prácticos.
4.3. Pies de gato tipo bailarina
Aunque su uso ha decrecido desde la aparición de los pies de gato de velcro, más polivalentes, las bailarinas siguen empleándose mucho, sobre todo, en gimnasio y rocódromo. El fundamente es el mismo que los pies de gato de velcro: se busca una rapidez, comodidad y practicidad a la hora de ponérnoslos y quitárnoslos, en situaciones en las que este gesto tiene que ser repetido muchas veces. Las bailarinas, que carecen de cierre y emplean una goma en el empeine para conseguir el ajuste, son incluso más rápidas de quitar y poner que los gatos de velcro.
5. SEGÚN EL MATERIAL EMPLEADO PARA SU CONSTRUCCIÓN
5.1. Pies de gato de piel
La piel sigue empleándose mucho. Tiene una característica que, simultáneamente, puede ser una ventaja o un inconveniente: cede más que los materiales sintéticos, lo que puede ser un inconveniente si perdemos ajuste, pero también puede ser una ventaja, porque en muchos casos supone que el gato se adaptará con el tiempo mejor a nuestro pie. Normalmente, los pies de gato los empleamos sin calcetines. Y para muchos es más agradable el tacto del serraje que el de un material sintético, sobre todo si consideramos que nuestro pie tiene que estar horas en contacto con el material.
5.1. Pies de gato de materiales sintéticos
Ceden menos, lo cual es perfecto si al comprarlos nos ajustan muy bien, pero sufren un efecto secundario: la mayoría de productos sintéticos provocan una sudoración mayor que los naturales…además de un olor que puede llegar a ser algo fuerte según las personas.
Fuente: Revista Desnivel